Cuando empezamos a adentrarnos en el mundo del pc gaming siempre nos surgen bastantes dudas sobre temas o conceptos que escuchamos nombrar de los más veteranos, es decir, los que tienen más experiencia y conocimiento en este ambito.
El día de hoy voy a ayudarte a resolver todas tus dudas acerca del cuello de botella, que es, que componentes pueden sufrirlo, como detectarlo y como evitarlo.
¿Qué es el cuello de botella?
Simplificando al máximo el concepto, el cuello de botella se produce cuando la falta de potencia de uno de los componentes lastra el rendimiento de otro, impidiendo que éste desarrolle todo su potencial.
Uno de los ejemplos más habituales de cuello de botella en un PC lo encontramos en ordenadores gaming a los que se les ha instalado un procesador de gama media o baja, junto a una tarjeta gráfica de gama alta. Cuando llega el momento de sacar músculo, el procesador de gama media no cuenta con la potencia suficiente para soportar la carga de trabajo que le impone la tarjeta gráfica que, ante la lentitud del procesador en atender sus peticiones, baja su ritmo de trabajo rindiendo muy por debajo de su potencial real.
En este caso, si el procesador tuviera más potencia, o la tarjeta gráfica menos, se produciría un equilibrio de potencias de forma que ambos trabajarían a pleno rendimiento sin lastrarse entre sí. Este equilibrio de potencias haría desaparecer el cuello de botella.
Por ese motivo, el cuello de botella afecta, sobre todo, a ordenadores clónicos o a aquellos ordenadores montados por piezas por sus propios dueños que no han tenido en cuenta el equilibrio de potencia de los componentes, o por distribuidores que directamente han valorado más los factores económicos o de marketing que los criterios técnicos.
Cómo evitar el cuello de botella
En primera instancia debemos decir que el cuello de botella en un PC va a existir siempre. Lo único que podemos hacer al respecto es reducirlo a su mínima expresión hasta hacerlo inapreciable para las actividades que más realizamos. Nos explicamos.
Sufrir un cuello de botella en el ordenador no solo depende de tener un hardware equilibrado, también depende de las tareas y del software que se ejecuta en él.
Por poner un ejemplo, un ordenador equipado con un procesador de gama media, un disco SSD, 16 GB de RAM y una gráfica potente, puede ofrecer un rendimiento excepcional en tareas de codificación y compresión de grandes bloques de datos sin dar la más mínima muestra de cuello de botella.
En cambio, ese mismo PC puede resultar desastroso al ejecutar juegos mal programados o que no aprovechen las funciones multinúcleo del procesador ya que, mientras la potente gráfica trabaja a pleno rendimiento, el juego solo está aprovechando una parte del procesador creando un cuello de botella en esta tarea, mientras que en el resto de tareas funciona a la perfección.
Lo que sí parece claro es que la aparición de un cuello de botella siempre termina costándote dinero. Por un lado, los cuellos de botella indican que vas a necesitar invertir más dinero si quieres mejorar el componente que está provocando el “atasco” en equipo.
Por otro lado, viene a confirmar que estás perdiendo dinero al haber invertido más de la cuenta en el resto componentes que ahora estás infrautilizando, puesto que están rindiendo menos de lo que su potencial les permite.
Uno de los consejos para evitar el cuello de botella en el PC que te podemos ofrecer es que, a la hora de elegir componentes de tu PC no solo tengas en cuenta el equilibrio en su potencia, sino que también debes tener presente el tipo de tareas que va a desarrollar y de lo optimizado (o no) que está el software que se usa.
Elegir los componentes correctos para montar un PC para que no tenga cuellos de botella no es sencillo y debe ir precedido de horas y horas de lectura de análisis de componentes y comparativas de rendimiento, para elegir aquellos que ofrecen una potencia equivalente.
Por suerte, existen algunas herramientas que te ayudan a elegir los componentes para tu PC indicándote específicamente si existe posibilidad de que se produzca un cuello de botella entre el procesador y la GPU que has elegido.
Bottleneck Calculator es una especie de calculadora de cuellos de botella para tu PC en la que solo tienes que seleccionar los componentes que tienes pensado montar y la calculadora te indicará qué componentes y en qué proporción producen el cuello de botella incluso antes de comprarlos.
Esta herramienta también te resultará muy útil cuando llegue el momento de actualizar la tarjeta gráfica sin cambiar ni el procesador ni la placa base.
¿Cómo saber si mi PC sufre algún cuello de botella?
Esta es una pregunta que, en algún momento u otro todos los gamers se hacen alguna vez al experimentar tirones en el rendimiento de los juegos.
Saber si un PC sufre cuellos de botella no es sencillo ya que, para realizar las comprobaciones, se deben cambiar los ajustes del procesador para aumentar su rendimiento.
Si tu procesador lo permite, solo tienes que ejecutar un benchmark con el que cuantificar el rendimiento gráfico del equipo como 3DMark Basic Edition. Una vez obtenida la puntuación con tu equipo tal y como lo usas normalmente, llega el momento de practicarle un ligero overclock al procesador, no sin antes asegurarte que cuentas con la suficiente potencia de refrigeración para el procesador.
El siguiente paso será volver a realizar las mismas pruebas de rendimiento. Si ambos resultados son muy similares, es que no existe un cuello de botella entre estos componentes, o que este no es determinante para el rendimiento del equipo.
En cambio, si se observa un significativo aumento de la puntuación obtenida en el segundo benchmark, es un signo inequívoco de que el procesador está ralentizando el funcionamiento de la tarjeta gráfica que, en el momento en el que el procesador ha mejorado ligeramente su capacidad de trabajo, la GPU responde liberando un mayor rendimiento.
Un simple vistazo al Administrador de tareas de tu equipo mientras ejecutas un juego o un determinado test de rendimiento también puede ponerte sobre la pista de un cuello de botella. Basta con situarse en la pestaña Rendimiento del Administrador de tareas de Windows 10 y ejecutar un juego.
Mientras el programa pone a prueba los componentes, comprueba las gráficas de rendimiento de la CPU y de la gráfica. El comportamiento normal sería que el procesador tuviera una carga de trabajo inferior a la de la tarjeta gráfica, que debería mostrar cifras de uso cercanas al 100%.
Si sucede a la inversa, es un claro síntoma de que del procesador se encuentra saturado, mientras que la tarjeta gráfica está trabajando por debajo de sus posibilidades. Lo que viene siendo un cuello de botella de manual.
¿Qué componentes pueden sufrir cuello de botella?
Dado que todos los componentes de un ordenador funcionan interconectados entre sí, todos ellos son susceptibles de sufrir cuellos de botella que lastren el rendimiento del resto.
El ejemplo más claro y habitual es el del cuello de botella entre el procesador y la GPU que hemos venido mostrando en todo este artículo. No obstante, tampoco es infrecuente el cuello de botella que provoca la memoria RAM o el almacenamiento.
El cuello de botella en la memoria RAM acostumbra a producirse cuando una aplicación hace un uso intensivo de la memoria RAM, como es el caso de los programas de edición de vídeo o de foto en los que, al renderizar o aplicar filtros sobre las imágenes se utilizan cantidades ingentes de memoria RAM. Si tu equipo no cuenta con la memoria RAM suficiente, con una frecuencia muy baja, el procesador tendrá que esperar a que la memoria le entregue los datos solicitados.
Algo similar sucede con los sistemas de almacenamiento, aunque con el abaratamiento de las unidades SSD, el problema se ha mitigado bastante. En este caso, la lentitud de los discos al leer y escribir los datos que gestiona el procesador puede provocar un cuello de botella al resto de componentes. al A todos nos resultan familiares las esperas al cargar los niveles de los juegos instalados en una unidad HDD o al abrir programas.
Ahora que ya sabes exactamente qué es y cómo evitar un cuello de botella en tu PC podrás sacar el máximo rendimiento a tu ordenador y, sobre todo, elegir los componentes adecuados en las actualizaciones de tu PC gaming, para que su rendimiento sea siempre el óptimo invirtiendo tu dinero en el hardware correcto.